1. Retira el neumático

Inserta tu palancas de neumático entre el borde de metal de la rueda y el neumático. Empuja ambas palancas de los neumáticos alejándolas de la rueda para quitar el neumático y el tubo interior.

2. Encuentra la fuga de aire

Para encontrar la causa de la fuga, sostén el tubo hacia tu oreja y presiona hacia abajo en ambos lados y escucha en donde es la fuga de aire. También puedes presionar el tubo hacia abajo mientras está sumergido en agua; las burbujas te muestran dónde está la fuga. Una vez que encuentres la causa de la fuga, asegúrate de marcar el lugar la con un marcador.

3. Parcharlo

Lije suavemente el área de la fuga con el papel de lija que está en tu estuche de parches y aplica pegamento al área. Una vez que el pegamento esté pegajoso, presiona el parche en el lugar y espera unos minutos. Retira la cubierta de plástico del parche.

4. Tubo –> Neumático

¡Revisa el neumático antes de volver a insertar el tubo! Busca algo afilado que pudo haber perforado el tubo en primer lugar. Puedes parchar o cambiar un tubo, pero vas a tener otro ponche si hay algo atrapado en el neumático. Una vez que estés seguro de que no hay nada en el neumático, coloca el tubo dentro, asegurándote de que la válvula esté perpendicular al borde de la llanta. Luego coloca el neumático de nuevo en el volante mientras estás atento al tubo (se ponchara si se sale del lado).